La esencia del enigma está en la imposibilidad de descifrarlo.
La del silencio, en la capacidad de romperlo.
La de la vida...
'Los silencios de Hugo' es la última novela de la autora zafrense Inma Chacón, a estas alturas una referencia tan consolidada de las letras españolas que cualquier presentación solo podría pecar de incompleta. 'Los silencios de Hugo' es ya una de las novedades literarias más destacas de este año, uno de esos libros que se van metiendo bajo la piel del imaginario colectivo y crecen a lomos de un impulso tan rítmico como imparable: el que marcan los corazones de sus lectores. 'Los silencios de Hugo' es un título necesario y conmovedor, un ejercicio de empatía y amor que grita desde la supuesta solidez de su silencio.
El lector que inicie el viaje de esta novela conocerá los silencios de Hugo y sus porqués, las historias complementarias de su hermana Olalla -también de su esposo, tan imperfectamente humano- y de Helena, la bella compañera de inmensa generosidad. En la travesía de sus páginas descubrirá una sucesión de tramas que se complementan con exacta certeza, y de la que yo evitaré el spoiler para invitar a la lectura. Pero, además, encontrará dos valores que únicamente se encuentran en los más grandes: una prosa de deslumbrante plasticidad, y el compromiso de Inma con sus personajes.
Olía a recuerdos de infancia, a sueños por cumplir, a campo abierto, a prados verdes, a nieve sin pisar, a montañas recién coronadas.
Inma Chacón escribe con una enorme amplitud de registros, alternando los detalles más técnicos (médicos o matemáticos) con la introspección en los sentimientos de los protagonistas, ahondando con sensibilidad en el universo interno que les habita y gobierna. En su manejo del lenguaje, la autora no solo logra adaptar el léxico a sus intenciones narrativas, sino que construye párrafos de enorme belleza, integrados por figuras deslumbrantes, y con un ritmo tan apegado al corazón de quien lee que va manteniéndole en la emoción al mismo tiempo que sostiene en vilo su inquietud lectora. Quien abre el libro disfruta del camino, con esa riqueza estilística que caracteriza las obras que se quedan para siempre en nosotros: en cada página hay fragmentos que se nos impresionan por su hermosura, reflexiones que hablan también de quienes estamos situados más allá del límite físico del libro.
Plantaré un árbol, tendré un hijo
y escribiré la historia que te negaste a vivir.
Pero quizás el rasgo más impresionante de esta novela es la cercanía que Inma Chacón ha desarrollado con sus personajes, a quienes acompaña desde el respeto, mostrándolos en la complejidad de sus miedos y pasiones sin juzgarles, tendiéndoles la mano con empatía, caminando a su lado. El lector siente que la autora comprende a sus protagonistas, que les quiere en su humanidad, incluso aunque no comparta sus decisiones, que está implicada en lo que les sucede, en lo que sucedió fuera de la dimensión literaria, en el mundo en el que Inma recogió su inspiración y del que recibió su compromiso. Porque 'Los silencios de Hugo' es también un canto a la diversidad, un grito que busca defender a quienes, sin culpa, fueron culpabilizados, una necesaria defensa de las víctimas de esas otras pandemias silenciosas que durante mucho tiempo nos aterrorizaron y para las que los afectados carecieron de una voz tan clara, nítida y valiente como que ahora les regala Inma Chacón.
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