Y sí, saldremos de ésta

Casi en este minuto, se marcha para siempre el invierno 2012-2013, uno de los más largos, sombríos y desafortunados que recuerdo; y no sólo desde la óptica personal, tan pétrea, árida e inabordable parece haberse vuelto la realidad colectiva. Se despide entre alambicadas incertidumbres, retrocediendo prácticamente al mismo tiempo que avanza, mostrándose circular, laberíntico, no sólo indescifrable, sino incluso fangoso, escurridizo, reticente.

Pero se marcha, esa es la evidencia. Y deja paso a la primavera, siempre tan simbólica; en esta ocasión, tan necesaria. Con la nueva estación mejorará el clima (también pertinaz este año), reverdecerán tallos que parecían muertos y las flores redecorarán nuestro universo cotidiano; nos volveremos más sensibles a la alegría y, si somos capaces de conjurarnos y trabajar por ello, quizás logremos alterar la lógica de los acontecimientos y regresar a nuestro mejor horizonte. Para los más escépticos, Sabina dejó cantado eso de "más raro fue aquel verano que no paró de nevar".

Yo recibo esta primavera con un acústico de Love of Lesbian, una versión hermosa de su Si salimos de ésta; y me quedo con el momento en que, tras el repaso de la batalla, Santi Balmes proclama convencido ese optimista "Sí, saldremos de ésta". En mi memoria, esa afirmación entronca con una cita de Bukowski que los más afines ya me conocéis. "No importa. Es una prueba de resistencia para saber que puedes hacerlo. Y lo harás", dice en su epicentro. Así sea.

V